La secretaria de Estado estadounidense cree que los ataques con cohetes perpetrados por milicianos palestinos "no pueden quedarse sin respuesta"
(LA OTRA CLINTON-ris )
Comentario del politólogo memorialista SOTACAVALO:
No viene mal recordar, visto lo visto, y para calibrar la auténtica catadura de estos personajes, los hechos coprotagonizados -involuntariamente- por Hillary con su magnífico esposo Bill.
Justo hace once años, corría como la polvora la noticia, mezclando como nunca sexo y política, de la relación erótico-doméstica entre Bill Clinton y la becaria en la Casa Blanca Mónica Lewinsky -casualmente judía-.
El escándalo político consiguiente, que algunos dieron en llamar "sexgate", abrió un período de asedio político al Presidente desde el Partido Repúblicano, sirviéndose en ello del acoso constante y creciente de los medios, hasta hacerse insoportable para el Presidente, y situarlo al borde del 'impeachment'. Recordemos que se le formulaban acusaciones por 'mentir'.
Bueno, pues en medio de ese asedio político y mediático, Bill no encontró otro remedio, para sacarse de encima la presión y desviar la atención, que generar un foco de tensión bélica internacional, recurriendo al encendido de la mecha de pólvora iraquí, reiniciando el conflicto, con el concurso, siempre a punto y a mano, del solícito Tony Blair. Fueron semanas de intensos bombardeos aéreos y destrucción sobre Irak, realizados por la aviación militar de ambos países.
Tal precedente es un buen referente del grado de cinismo que pueden alcanzar a desarrollar los mandatarios USA, de cualquiera de los dos colores. Nada de sorprendente tampoco en que la decisión, y elección del momento para realizar la reciente agresión militar de Israel sobre Gaza, viniera marcada por la proximidad de las elecciones judías, y el más que seguro rédito electoral derivado de ella.¡También tienen bemoles las motivaciones del pueblo judío!
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